CADENAS INVISIBLES

Espero poder aguantarme las ganas y no decirte nada. Me encantaría que por una vez lo vieras tu, por ti y por lo que soy. Me gustaría que no tuvieses, por un momento, en cuenta nada de lo externo.

Todo eso corrompe lo interno, lo real, lo nuestro. No sé donde prefieres mirar. Ojalá dentro. Tantas veces me descolocas que ni te hallo, es decir, que no doy contigo.

Llegas a ser tan cruel e injusto que me abrumas. Sé que no te gusta que te lo diga. Te llamo y si no te gusta la compañía, pasas.

Son las cadenas invisibles que dices que no me pones, pero que, a veces, te tienes que dar cuenta que lo haces.

Ojala te dieras cuenta de algo de lo que paso por ti y sin ti. Siempre esperando y nunca haciendo nada bien.

Ojala lo vieras. Vieras las maravillas que busco en tus ojos, que de vez en cuando se vuelven tan opacos como tus palabras.

Ojala las cadenas, que de invisibles que las has vuelto, se pudieran ver y se pudiera luchar contra ellas, las pudiera romper sin tener que llorar.

Ojala me dijeras que me quieres.